jueves, 4 de febrero de 2021

 

Franz Peter Schuber.

  
 Gracias a su gran aporte a la música, hoy tenemos la estructura fundamental de las canciones ( intro, coro, puente, final).
Cumple 224 años Franz Peter Schubert fue un compositor austriaco de los principios del Romanticismo musical pero, a la vez, continuador de la sonata clásica siguiendo el modelo de Ludwig van Beethoven. A pesar de su corta vida, dejó un gran legado, que incluye más de seiscientas obras vocales seculares (principalmente lieder), siete sinfonías completas, música sacra, óperas, música incidental y gran cantidad de obras para piano y música de cámara. Entre sus obras principales figuran el Quinteto La trucha, la Sinfonía inacabada, la Sinfonía Grande, las tres últimas sonatas para piano (D. 958, 959 y 960), la ópera Fierrabras (D. 796), la música incidental de la obra de teatro Rosamunda (D. 797) y los ciclos de canciones La bella molinera (D. 795) y Viaje de invierno (D. 911).
Dio un concierto de sus propias obras con gran éxito de crítica en marzo de 1828, la única vez que lo hizo en su carrera.
En 1804, el joven Schubert llamó la atención de Antonio Salieri, entonces la principal autoridad musical de Viena, que reconoció su talento vocal. En noviembre de 1808, se convirtió en alumno del Stadtkonvikt (Seminario imperial) gracias a una beca para el coro. En él, descubrió las oberturas y sinfonías de Mozart, las sinfonías de Joseph Haydn y su hermano menor Michael Haydn y las oberturas y sinfonías de Beethoven, un compositor por el que desarrolló una admiración significativa. Su contacto con estas y otras obras, combinado con visitas ocasionales a la ópera, sentaron las bases para una educación musical más amplia. También le influyeron considerablemente las canciones de Johann Rudolf Zumsteeg, un importante compositor de lieder. El joven estudiante precoz «quería modernizar» las canciones de Zumsteeg, según lo informado por Joseph von Spaun, amigo de Schubert. Su amistad con Spaun empezó en el Stadtkonvikt y duró toda su corta vida. En aquellos primeros años, el económicamente acomodado Spaun proporcionó al empobrecido Schubert gran parte de su papel para manuscritos.
Mientras tanto, comenzó a mostrar su genio en sus composiciones. Salieri decidió empezar a darle clases en privado de teoría musical e incluso de composición. Según Ferdinand, la primera composición para piano del niño fue una Fantasía para cuatro manos. Su primera canción, Klagegesang der Hagar, la escribió un año después. Se le permitió ocasionalmente dirigir la orquesta del Stadtkonvikt y fue la primera orquesta para la que escribió. Dedicó gran parte del resto de su tiempo en el Stadtkonvikt a componer música de cámara, varias canciones, piezas para piano y, más ambiciosamente, obras corales litúrgicas en forma de «Salve Regina» (D. 27), un «Kyrie» (D. 31), además del inacabado «Octeto para viento» (D. 72, que se dice que conmemora la muerte de su madre en 1812), la cantata Wer ist groß? para voces masculinas y orquesta (D. 110, para el cumpleaños de su padre en 1813) y su Primera Sinfonía (D. 82).
Uno de sus años más prolíficos fue 1815. Compuso más de 20 000 compases de música, más de la mitad de los cuales fueron para orquesta, incluyendo nueve obras sacras (a pesar de ser agnóstico), una sinfonía y alrededor de 140 lieder. En ese año, también conoció a Anselm Hüttenbrenner y Franz von Schober, quienes se convirtieron en sus amigos para el resto de su vida. Spaun le presentó igualmente a otro amigo, Johann Mayrhofer. En estos años compuso el lied Erlkönig, inspirado en un poema homónimo de Johann Wolfgang von Goethe.

 

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